La decoración del restaurante es espléndida, manteniendo la esencia real y evitando tendencias absurdas de la capital, como el alto gasto en diseño de interiores. Es un lugar que destaca por su elegancia y buen gusto.
Los platos son de excelente calidad y sabor. Los clientes han destacado las empanadillas koreanas, el bibimbap, el pollo frito picante, el bulgogui, el bibimbap dolsot, los chapche tallarines de batata con verduras y carne, y las empanadillas coreanas fritas. Además, la carne estilo LA es muy rica.
El servicio es atento y servicial. El personal es muy educado y siempre está dispuesto a ayudar a los clientes. Además, ofrecen un pequeño aperitivo mientras los clientes eligen qué quieren tomar.
Los precios son bastante buenos. Ofrecen un menú del día por 14€ que incluye entrante, plato principal, bebida y café. Los clientes han destacado que la relación calidad-precio es muy buena.
La experiencia general de los clientes ha sido excelente. Siempre salen encantados después de su visita y muchos de ellos han dado al restaurante una calificación de 5 estrellas.