En este restaurante, puedes encontrar comida libanesa auténtica. Algunos de los platos que destacan son el shawarma de ternera, el shawarma de pollo con arroz, hummus, mutabal y pan de pita, y el falafel. Todos estos platos son altamente recomendados por los clientes.
La relación calidad-precio es muy buena. Por menos de 10€ puedes comer bien y rápido. Los platos son maravillosos y a un buen precio. Además, la ubicación es muy buena, al lado de la Gran Vía, lo que añade un valor extra al lugar.
El servicio es excelente. Aunque a veces hay que esperar un poco, el propietario avisa cuando algo va a tardar al pedirlo y hace todo lo que puede, teniendo en cuenta que está él solo ocupándose de la sala y de los pedidos de los delivery. Los clientes han repetido la visita gracias a este buen servicio.
El ambiente es agradable y rústico. Aunque el espacio es un poco pequeño, cumple con las necesidades de los clientes. No hay nada que indique que es un restaurante libanés desde fuera, ya que es un pequeño bar con unas pocas mesas, pero lo importante es la comida y el servicio.
El plato especialmente recomendado es el shawarma de ternera. Según los clientes, es uno de los mejores que han probado. Sin embargo, todos los platos son deliciosos y vale la pena probarlos.